Método Marie Kondo y desorden emocional: lo que no te cuenta sobre lo que guardas

Interior con calidez y orden, reflejo de un proceso emocional consciente

Te has leído el libro La magia del orden (Marie Kondo). Has visto los vídeos. Has intentado doblar la ropa en vertical y despedirte de lo que ya no usas. Pero algo no encaja. Porque incluso después de vaciar tus armarios, sigues sintiéndote igual: agobiada, insatisfecha o con la sensación de que tu casa no es tuya del todo.

¿Y si no es el método? ¿Y si el problema es que estás intentando organizar desde la superficie… cuando lo que desordena está mucho más dentro?

Yo también pasé por ahí. Como interiorista, sentía que debía tener mi casa en orden. Que si sabía tanto, tenía que aplicarlo (en modo perfección máxima). Pero un día me di cuenta de que el problema no era la técnica. Era que nadie me había enseñado a revisar mi historia emocional con los objetos.

El mito: si aplicas el método Marie Kondo, todo irá bien

La promesa del método es tentadora: tira lo que no te da alegría, y la paz llegará a ti. Y, en parte, funciona. Pero cuando llevas años sosteniéndolo todo —emocionalmente, mentalmente, e incluso físicamente—, tirar cosas puede ser más angustioso que liberador.

Y no lo digo solo yo. Un estudio del Instituto de Psicología Ambiental de Tokio revela que el 63 % de las personas que hacen una limpieza radical sin acompañamiento emocional vuelven al mismo nivel de desorden en menos de seis meses. ¿Por qué? Porque el problema no era el objeto, sino el vínculo que tenían con él.

Mi experiencia: cuando ordenar no era suficiente

Durante una etapa de mi vida me obsesioné con aplicar el método Marie Kondo. Bolsas y bolsas de ropa fuera, estanterías vacías, espacios despejados. Pero por dentro, seguía sintiéndome saturada. Mi casa estaba más vacía, pero yo no respiraba mejor.

Hasta que un día, sentada en medio del salón durante esos meses de pandemia, me pregunté:

¿Qué es lo que me da miedo mirar aquí?

¿Qué estoy intentando controlar a través del orden?

Esa pregunta, inspirada en el enfoque de Byron Katie, me abrió una puerta que no esperaba.

No necesitaba tirar más. Necesitaba comprender por qué acumulaba. Por qué me costaba soltar. Qué historias, expectativas o miedos estaban escondidos en cada cajón de mi casa.

Ahí empezó mi rediseño real: desde dentro (de mi cabeza). Con orden, sí, pero con sentido. Con espacio, pero también con cariño hacia mí misma.

¿Te pasa algo de esto?

  • Ordenas, pero en pocos días todo vuelve a estar como antes.
  • Te cuesta soltar cosas “por si acaso”, aunque no las uses.
  • Guardas objetos con carga emocional que no sabes cómo abordar.
  • Te sientes culpable cuando piensas en tirar, pero agobiada si no lo haces.
  • El método te frustra porque no encajas en su lógica.

Qué sí (y qué no) del método Marie Kondo, si quieres una casa que te cuide

Sí a revisar lo que te representa hoy. No desde la alegría inmediata, sino desde tu momento vital.

Sí a ordenar como ritual de reconexión. No como castigo, sino como gesto de autocuidado.

Sí a simplificar para sentir, no para vaciar. Quédate con lo que te hace sentir más tú.

No a tirar desde la obligación o la culpa. Eso solo te genera más ruido interno.

No a copiar reglas sin preguntarte si van contigo. Tú no eres un método. Eres toda tu historia.

No a hacer espacio si no sabes para qué. Vaciar sin intención no calma. Solo descoloca.

¿Te gustaría ordenar desde dentro?

  • Sesión gratuita para explorar qué historia emocional hay detrás del desorden en tu casa o espacio.
  • Test emocional + guía sensorial para detectar bloqueos.
  • Rediseño emocional (sin obras, con alma).
  • Online o presencial en Madrid.

RESERVA TU SESIÓN GRATUITA AQUÍ

O escríbeme por Instagram a @laurahousecoach


También puede interesarte:

Este artículo está basado en mi experiencia como interiorista emocional, acompañando a mujeres que descubren que el orden de verdad empieza cuando se permiten revisar lo que duele.