En respuesta a vuestras peticiones de publicar post que os inspiren, he elegido este minipiso de 40 m2. ¿Qué puede ser más inspirador que reformar un piso tan pequeño, rescatando su esencia y quedando así de espectacular?
Vivir en 40 metros cuadrados
No debe de ser nada fácil. Pero, oye, viéndolo así a mí no me importaría.
De hecho, alucinarías con la cantidad de minipisos asombrosos que hay por ahí. La clave está en saber aprovechar muy bien los metros cuadrados disponibles y hacer una buena distribución de espacios.
Este minipiso de 40 m2 está ubicado en París. Originalmente, se dividía en dos zonas muy claustrofóbicas, pero con la librería como eje de simetría. El edificio está sustentado por una estructura de madera que data de 1900, que los arquitectos utilizaron como elemento central sobre el que hacer la reforma.
La persona que compró este piso tenía claro que iba a reformarlo, pero no lo que se encontraría durante la reforma, liderada por el estudio Pierre y François Voirin: cuando demolieron las paredes y el falso techo descubrieron que el espacio era más alto (casi 1,5 metros).
Ese espacio que encontraron libre lo aprovecharon para darle más luz a la casa, con claraboyas en el techo.
Plano de una casa de 40 m2
A la hora de distribuir la planta rectangular de este apartamento, debían incluir un salón, una cocina, un comedor y una zona de trabajo, manteniendo eso sí la madera original y los suelos.
Los arquitectos aprovecharon un hueco en la pared para levantar un tabique a modo de división y alojar ahí las instalaciones. De ahí nació la pared central que, por si no te has dado cuenta, es lo que ordena todo el espacio.
Pero no lo pusieron ahí sin más. Había que darle una buena función, y es por eso que lo utilizaron como estantería, además de elemento para dividir el salón y…
¿Qué dirías que hay detrás de las puertas?
La clave de cualquier reforma bien hecha es saber hacer uso de lo que te puedes encontrar, cumplir con las necesidades del cliente y hacer con todo ello algo especial.
Un ejemplo de ello es que, además de pensar en aprovechar la luz del techo, no tiraron piedras sobre su propio tejado cerrando el espacio con la estantería, sino que la estantería no la llevaron hasta el techo, para que esa luz pasara también al salón. ¿Por qué crear un agujero de luz si después lo encierras?
Venga, no te dejo más con la duda. Efectivamente, detrás de la estantería se les ocurrió colocar el dormitorio, el vestidor y el baño. Un rincón ideal para dos de las habitaciones que menos luz necesitan, ¿no crees?
El cuarto de baño está unido con el dormitorio, pero separado por una cortina. Una, no dos. Lo otro es una pared de espejo para hacer que el espacio parezca el doble de grande.
Para gustos, los colores
Y es que la ausencia de color muchas veces también es otra opción de color.
En este apartamento de 40 m 2 se ha optado por ser sobrios en este sentido, para no restarle importancia a la madera de las vigas: paredes blancas, techo blanco, sillones negro y marrón, libros de colores…
“Nos negamos a usar en el suelo otro tipo de madera que fuese más trabajada, demasiado lisa o barnizada” .
Pierre y François.
Fuente: AD. © BCDF Studio.
Las baldosas que se ven en la foto de portada del post son las originales, combinadas con el suelo de roble que eligieron los arquitectos.
Una de las ventajas de estos minipisos con historia es que la estructura de madera original (si es que se encuentra) sirve también como tabique.
¿Te faltan buenas ideas?
La forma más rápida de cambiar algo es confiar en quien ya tiene lo que quieres tú.
Yo no tengo este piso, pero sí la experiencia de haber sentido que a mi casa le faltaba algo.
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